Ayuntamiento de Grisén

Historia

Grisén es un municipio del bajo Jalón que debe su nombre a una villa rústica romana llamada Grisius.

De ahí el término medieval Grissenich, del que deriva el nombre actual de la localidad. Albergó también a visigodos y musulmanes, que desarrollaron un extenso sistema de regadíos. En 1177, Alfonso II de Aragón donó la villa y castillo a la Orden Hospitalaria de San Juan.

El Canal Imperial de Aragón encuentra entre los términos de la localidad y Alagón su mayor obra de ingeniería, el acueducto del Jalón de 1780. Popularmente es conocido como las “Murallas de Grisén”. Esta construcción permite salvar el cauce del Canal que cruza el río Jalón gracias a una estructura que eleva el caudal del Canal varios metros.

La iglesia parroquial de San Martín de Tours del siglo XVI, sobresale por encima del conjunto del casco urbano. Esto se debe a su esbelta torre barroca rematada con un gran chapitel de cobre. En su interior, se albergan auténticas joyas artísticas como la tabla gótica de la Virgen del Pópulo del siglo XV, atribuida al maestro aragonés Martín Bernat.

La economía de esta localidad ha girado tradicionalmente en torno a la agricultura, aunque la llegada del ferrocarril en el siglo XIX, supuso el gran progreso de las nuevas industrias.

Accidente ferroviario en Grisén (1965).

La madrugada del 10 de febrero de 1965, el tren correo Madrid-Barcelona, de RENFE, sufrió un incendio en la localidad zaragozana de Grisén, cuyas causas siguen siendo desconocidas.​

El número oficial de muertos ronda la treintena de fallecidos, aunque investigaciones más detalladas indicaban que pudo haber alrededor de sesenta, además de los cuerpos sin identificar. Buena parte de los viajeros eran andaluces que emigraban al norte de Europa.

Estación de tren de Grisén

¿Como ocurrió el accidente?

Sobre las 6:20 de la mañana, el tren correo procedente de Madrid con destino a Barcelona atraviesa el término de la localidad de Grisén cuando el tren comenzó a arder. Al pasar por la estación de Grisén, los operarios se percataron de que habían visto una llama​ y con el faro el factor de la estación intentó avisar al maquinista para que detuviese el tren pero éste no vio la señal. Fue a los 1.900 metros de haber pasado la estación cuando el tren se detuvo.​

El origen del fuego fue desconcertante. Aunque en el extenso comunicado de prensa que RENFE emitió en febrero descartaba varias de las supuestas causas del origen del fuego y algunos testigos dijeron que fue una chispa originada en el fuelle que unía los vagones. No obstante, también hay versiones que dicen que pudo ser provocado, ya que algunos testigos decían que el fuego se originó de atrás hacia delante​ o bien que pudo haberse producido algún fallo eléctrico en los vagones.

Auxilio del accidente y funeral.

Desde los momentos posteriores al accidente, las autoridades y vecinos de los pueblos colindantes fueron a ayudar en las labores de rescate. Poco después llegaron las ambulancias que trasladaron a los heridos al Hospital Provincial y al Hospital Militar de Zaragoza, también tuvieron que acudir al lugar del siniestro unidades de los bomberos de Zaragoza a sofocar el incendio.

Con gran rapidez, al día siguiente de la tragedia se celebró el funeral y entierro de las 30 víctimas en el cementerio local, todas ellas sin identificar. Cuatro lo habían sido mediante objetos personales y fueron trasladados a sus localidades de origen. El funeral presidido por el ministro de Obras Públicas Jorge Vigón Suero-Díaz.

Homenaje a las víctimas en el 50 aniversario.

El 10 de febrero de 2015 se celebró una misa en recuerdo a las víctimas del tren, colocándose a continuación una placa conmemorativa y realizando una visita a las tumbas de las víctimas.